Siente tu liga

Ajetreadas han sido las últimas horas en todo el entorno del futbol mexicano. Un escándalo que sabían todos desde hace meses parece estar a punto de tomar otro tono, ante la aparente huelga que planean los jugadores de los Tiburones Rojos de Veracruz en esta jornada catorce, a la cual no se presentarían para su duelo ante Tigres por los problemas financieros que acarrea su club desde hace tiempo. 

Culpables hay en todas partes. Los dirigentes del futbol nacional -Femexfut y LigaMx- dejaron que este tema creciera al borde de que hoy toda una institución deportiva no tiene solvencia económica para pagarles a todos sus activos. 

Más allá de la cantidad de meses que estos adeudos se han presentado con los Tiburones, el origen de toda esta problemática se estableció cuando las Federación Mexicana de Futbol y la Liga Bancomer Mx permitieron que este club se mantuviera para esta temporada 2019-2020 en 1era división a costa de una multa de 120 millones de pesos.

Deportivamente Veracruz nunca se ganó su plaza en la máxima división del futbol mexicano. Sencillamente compró su plaza en 2013 para jugar en lugar del equipo que sí logró su ascenso de manera legítima como La Piedad y que a la postre desapareció del balompié azteca. 

De manera desleal es como llegó el conjunto veracruzano a 1era división. Por momentos sostuvo a un equipo medianamente decente en dicha categoría, pero poco a poco el capricho de Fidel Kuri -propietario del club- ha decaído al nivel en el que se encuentra hoy, con el peor récord para un equipo de 1era división a nivel mundial con más de treinta juegos sin conocer la victoria.

Este equipo en el plano deportivo actualmente represente todo lo que le hace daño a una liga que constantemente se intenta vender como una liga hegemónica en su confederación y en el continente. Maquilla constantemente sus discursos con  ideas tales como la infraestructura general de todo su futbol, pero que al día de hoy tiene a una institución sin liquidez para pagarle a sus jugadores de diversas categorías y por obvias razones tampoco a sus demás trabajadores.

De manera directa los entes que rigen en el futbol son los primeros a quienes se debe culpar, porque permitieron que este club luego de pagar su debida multa se quedara en el máximo circuito sin hacer las debidas investigaciones, que se exigen en el reglamento de competencia y en cual los requisitos financieros son parte fundamental para certificar su afiliación a la liga. 

A esto le sumamos ahora la culpabilidad de los mismos jugadores, quienes no han presentado de manera directa alguna queja ante la Comisión de Resoluciones y Controversias por el incumplimiento de parte del club con sus respectivos salarios. Presumiblemente esto no ha sucedido porque varios -sino es que todos los jugadores- han firmado dobles contratos, hecho que por sí solo representa un acto de ilegalidad que está relacionado a la evasión fiscal. Al presentar su denuncia en estas instancias, su segundo contrato que "en teoría sería de mayor dinero", se perdería y solo hallarían resolución  por el contrato legítimo registrado en la federación. 

Ante esto es imposible no encontrar culpables de la misma manera a los jugadores que actualmente llevan meses sin recibir un salario. De ser cierto el tema de los dobles contratos a la liga se le podría salir de las manos este problema que pudieron atacar de manera adecuada hace mucho tiempo y hoy las instituciones mexicanas podrían retomar investigaciones a nivel general para atacar todas estas irregularidades que al menos en toda la liga por años se sabe existen a modo de secreto.

Hoy por mucho que algunos consideren como extremista la idea de parar toda la liga, es una medida razonable y ligera para hacerle entender a los demás dueños que deben actuar ante la inoperancia de personajes como Yon de Luisa y Enrique Bonilla. 

Del mismo modo la Asociación de Futbolistas Profesionales en México debe solicitar el apoyo integro de sus líderes. Por mucho que Alvaro Ortiz como presidente de esta asociación sea el encargado de apoyar a los jugadores, esta organización se hizo hace poco tiempo con el fin de unir a los futbolistas para combatir males comunes que existían en el futbol mexicano. Hoy es otro momento en cual como gremio deben unirse y pelear por la integridad de sus compañeros que -pese a también ser culpables-, merecen terminar con este escándalo. 

Lo único cierto que nos dejará este caso en particular es que el futbol mexicano se maneja como en general lo hace esta sociedad. Agobiados por la corrupción en todos los niveles, el futbol con ejemplos como éste proyecta una arrogancia desde sus autoridades, que más allá de afectar carreras deportivas o la imagen de una institución histórica del balompié nacional, no escatima en dañar a familias enteras mientras el balón siga rodando.

Sin disputar un juego limpio solo nos queda seguir sintiendo nuestra liga.