Grandeza estancada
Tras años de una inercia negativa, producto principalmente de una inestabilidad a nivel directivo, la realidad de uno de los clubes más ganadores de Italia y Europa no está ligada a los éxitos deportivos o siquiera al protagonismo dentro de su futbol local.
La actualidad del A C Milán representa todo lo malo que una organización deportiva puede hacer para hundirse en un deporte tan globalizado y en el cual ya no basta con tener cierto prestigio o poderío financiero, para mantenerse en lo más alto.
Muchos factores han orillado al conjunto "rossoneri" a la realidad que hoy lo tiene, alejado de cualquier posibilidad de coronarse en liga y con un objetivo simple pero poco viable de clasificarse a competiciones internacionales y que es muy pobre para lo que se le tiene que exigir año con año a un club de tal nivel.
Para comprender este oscuro presente se debe partir obligatoriamente desde la venta del club por parte de Silvio Berlusconi y la llegada del conglomerado de inversionistas chinos liderados por Li Yonghong que dirigieron al club en desde 2016 -aunque oficialmente la compra se realizó en 2017-, hasta 2018 cuando debido a problemas financieros de dicha firma asiática, el club fue absorbido por la corporación americana Elliot Management, que hasta hoy dirigen al club italiano con el 99.93% de las acciones en su poder.
Ante esta inestabilidad que se suma a los 8 diferentes directores deportivos que han tenido en el mismo lapso, es evidente y razonable que un club tenga los resultados que han llegado en las últimas temporadas, aunado a un trabajo de elección de jugadores en muchos casos equivocado y una dirección técnica en la cual siguen buscando a la persona indicada.
Desde la parte estratégica y primer eslabón del área deportiva, el hueco que dejó Massimiliano Allegri desde 2014 no ha podido ser ocupado de manera efectiva por ninguno de los 9 entrenadores que lo han seguido por las filas del Milán.
Tras nombres como Tassotti, Mihajlovic, Brocchi o Montella o las tristes apariciones de ex futbolistas referentes del club, pero sin grandes cualidades como entrenadores como los casos de Seedorf, Inzaghi o Gatusso, el presente hoy sitúa a Stefano Pioli luego de un inicio terrible de Marco Giampaolo y sus destitución luego de cuatro meses a cargo.
Con él difícilmente lograrán algo mejor de lo que ya hemos visto en temporadas anteriores. Incluso como entrenador él ya fracasó recientemente en el club vecino -Inter de Milan- de forma clara, por lo que pensar que él es o puede ser la persona indicada es bastante iluso. Todo indica a que si nada sale mal, el regreso de Allegri el próximo verano pueda suponer un reinicio real para el conjunto milanés.
Sobre el plantel actual, está claro que muchos jugadores no contienen el nivel necesario para vestir la playera del AC Milan. Un caso parecido al del Manchester United, que en años recientes han invertido demasiado dinero en jugadores de clase "b" creyendo que con eso les basta para mantenerse en la élite del futbol europeo, sumado a proyectos inestables y con poca credibilidad deportiva.
Actualmente sería más fácil nombrar a los pocos futbolistas de la plantilla actual con nivel o cualidades reales para jugar para esta institución. Piatek, Romagnoli, Rebic, Leao y Paquetá son aquellos que han demostrado un nivel acorde a lo que necesita el club y con los cuales se puede generar una buena base. Luego están los Donnarumma, Suso, Calhanoglu, Hernández, Castillejo y Rodríguez, que son el tipo de jugadores inconsistentes y que se mantienen en el club por su calidad individual, misma que solo han mostrado a "cuenta gotas" tras varias temporadas.
Los demás sencillamente no tiene el nivel para jugar en el Milán.
Esa es la realidad del Milán y mientras sigan sin comportarse como el club grande que son, seguirán al menos en el plano deportivo permitiendo que cualquier futbolista vista la playera "rossoneri". Esa ha sido la gran problemática de muchos clubes con hegemonía, que han tenido problemas en los años recientes. Han abaratado su playera y se han conformado con jugadores de otro nivel.
La falta de un proyecto real ha sido la otra gran causal de esta inestabilidad. Han gastado mucho y hoy no son un club que se pueda permitir eso. Se han visto en urgencias para cumplir con el Fair Play financiero ya que sus ingresos no han sustentado las grandes cantidades que han gastado en los diversos mercados de fichajes y han creído que con el simple hecho de comprar jugadores a grandes precios, el club va a funcionar, cuando el Milán desde hace años no tiene una idea de juego clara ni una filosofía.
Sin identidad y en manos de personas que solo ven al club como una fuente de ingresos, el Milán hoy vive un presente incierto. Su máximo rival ha despertado luego de varias temporadas con los mismos problemas, pero ellos han entendido que con dinero no basta. El Inter ha aprendido a fichar con el paso de las últimas campañas y hoy tienen en Antonio Conte a un líder nato que puede potenciar a muchos de sus jugadores. Caso contrario al Milán que no tiene líderes reales en el campo ni fuera de él y mucho menos un proyecto serio que los respalde al corto mediano y largo plazo.
Así vive un histórico del Calcio italiano. La Serie A ha mejorado con el paso de estas últimas temporadas. Eso ha beneficiado a clubes con menores capacidades financieras, pero con mejores estructuras deportivas y ha hundido a equipos como el Milán, que no sabe cómo hacer para que esa grandeza, que hoy está claramente estancada, resurja nuevamente.
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