Acostumbrados a fracasar

Ya no es anormal juzgar, criticar o analizar la realidad del Deportivo Guadalajara. Su título de liga obtenido en 2017 hoy apunta más a un mero accidente, que producto de un trabajo sólido, consistente, con visión y en resumidas cuentas; real.

Tampoco es tan complicado entender el declive de este equipo al punto de que hoy simplemente juegan por la permanencia en 1era división.

Más allá de la salida de Jorge Vergara y su completa desvinculación del equipo y posterior nombramiento de su hijo, Amaury Vergara, como el encargado del club, en Chivas el problema de raíz es que siguen siendo propiedad de esta familia. 

Para nadie es sorpresa saber que chivas ha tenido problemas económicos desde hace un par de años. La familia Vergara no ha tenido la suficiente solvencia económica para mantener a un plantel sólido como lo requiere el "rebaño sagrado". 

La escasa materia prima -futbolistas- tampoco es un aspecto que deba  considerarse como la principal causal que hoy mantiene a las Chivas en la situación en la que se encuentran. 

Aunado a los problemas financieros y por consecuencia la venta de jugadores importantes en el pasado inmediato, la reconstrucción en Chivas nuevamente presenta lagunas e inestabilidad institucional, comunes durante el régimen de los Vergara con el conjunto rojiblanco.

Del mismo modo, a nadie le sorprende ver las constantes entradas y salidas de diversos personajes en los clubes mexicanos. En Guadalajara, orgullosos de sus tradiciones 100% mexicanas, esta política de constante "reestructuración" solamente promueve la falta de planeación que se requiere en el futbol, sumada a las limitadas capacidades de los principales encargados del equipo, que en resumidas cuentas presentan en Chivas un constante modelo de negocio y deportivo defectuoso desde sus bases y en el cual el equipo de 1era división está condenado a competir en la instancia en la cual pelean hoy.

Claro está que los problemas en Chivas no se resuelvan con un entrenador nuevo o comprando otros jugadores. Ni siquiera con un mejor director deportivo o presidente general.

Si en Guadalajara los actuales dueños se rehusan a vender al equipo, lo mejor que podrían hacer es dejar que las personas mejor preparadas manejen al club y no la propia familia que en su historial con la institución han demostrado que no están capacitados para tal labor.

En el plano deportivo el equipo rojiblanco tiene que volver a sus bases. Entiéndase por ello al tener que buscar una filosofía -porque en efecto hoy no tienen alguna-, que le rinda frutos y sea, dentro de lo posible, viable para la institución que solo trabaja con jugadores mexicanos.

Desde fuerzas básicas hasta el 1er equipo, las Chivas deben trabajar de manera conjunta para ser autosuficientes en un medio en el cual se aprovechan los demás clubes de las limitantes de contratación para el club tapatío.

Para ello las Chivas deben establecer de manera clara el estilo al cual se le puede sacar más y mejor provecho con jugadores nacionales. Sus equipos de inteligencia deportiva y visores deben tener claro al prototipo de jugador que debe seleccionar el club para desarrollarlo y hacer de él su materia prima en el mediano y largo plazo.

Se debe ser estrictos desde fuerzas básicas con los jugadores que llegan al club, pero se tiene que enfatizar en que nada de esto servirá si no se plantea un proyecto que englobe a toda la institución. De nada ha servido invertir solamente en el 1er equipo si el club mismo no tiene una visión general de la franquicia. 


Han desperdiciado años sin llevar a cabo algo así. Cuando se contrató a Johan Cruyff se apostaba a un proyecto real para todo el deportivo Guadalajara, pero todos sabemos que poco o nada duró ese sueño, porque lamentablemente en el futbol mexicano se mide únicamente por lo que el plantel principal logre.

La situación de Chivas los debería obligar a tratar con otra fórmula, por mucho que esta no dé resultados inmediatos. De todas maneras este club ya acostumbró a propios y extraños a ser un sinónimo de fracaso en el balompié mexicano. 

Actualmente tiene en Veracruz un seguro de vida con el tema del descenso, por lo que aún están a tiempo para desarrollar un modelo diferente y que sea aplicable para toda la organización.

El Club Deportivo Guadalajara merece algo mejor. Necesitan cambios de raíz. Por muy romántica que suene la idea de la identidad y filosofía propia, son estas metas las que debe plantearse el club ahora y trabajarlas con paciencia desde sus bases.

Chivas tiene todo para dejar de ser un simple equipo con tradición que vive de glorias pasadas. Si no se atreven a darle un giro radical a todo el club, quedarán condenados a seguir siendo nada más que un  modelo deportivo fallido, pero 100% mexicano.




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