Continuo hundimiento

Consumado otro semestre de fracaso cementero. El Deportivo Cruz Azul parece estar ya  acostumbrado a sucumbir en la búsqueda de un título liguero. Sin posibilidades de meterse a la liguilla del Apertura 2019, acumularán 22 años sin alzar el único título que su afición quiere.

Desde los ángulos por donde se le quiera juzgar, analizar o simplemente criticar, esta institución es un vivo reflejo de lo que puede ser un club de futbol con absolutamente todo a su disposición para ser exitoso, pero que de manera constante se auto sabotea para ser simplemente la gran burla del balompié nacional.

Con problemas administrativos que van desde presidentes inoperantes, personajes ajenos que se autoproclaman cono entes principales del club, salidas y llegadas de entrenadores y directivos sin mayor fundamento o relevancia y así podríamos continuar llenando de casos que pasan constantemente en dicho club celeste.

Aunado a esto la plantilla actual del conjunto cementero está repleta de jugadores mediocres, sobrevalorados y que en muchos casos no tienen nivel ni siquiera para jugar en la primera división del futbol mexicano. 

Presuntamente en un año han gastado 80 millones de dólares en refuerzos. Sin el ánimo de ofender a la afición celeste, esto es otro argumento en contra de su amado equipo. Sabedor de su poder financiero, el Cruz Azul no repara en gastos para comprar jugadores cada semestre, pero sencillamente deberían invertir primero en un equipo de inteligencia deportiva, que cualquier equipo de futbol serio en el mundo hoy tiene.

Cruz Azul es de los peores, o quizás por su importancia en el medio local, el peor club al momento de contratar futbolistas. Siempre o en la mayoría de los casos sus jugadores llegan tarde, les cuesta arrancar a topa las temporadas o simplemente son irregulares -como en general lo son la gran mayoría en el balompié azteca-. La cuestión aquí es que al equipo celeste al parecer no tiene a un grupo especializado en esto que debería prever las futuras necesidades deportivas del club.

El mejor caso está en Aguascalientes. Necaxa desde su regreso a 1era división es el club referente al momento de fichar jugadores. Su equipo de inteligencia deportiva hace cada semestre un trabajo estupendo para traer a jugadores jóvenes mayormente para que el conjunto rojiblanco los venda a precios mayores en el medio local. Cruz Azul en sus limitantes obvias, prefiere comprar a dichos jugadores en lugar de haberlos encontrado con anterioridad y a un precio menor.

No es una gran ciencia. Sencillamente esta institución la "cruzazulea" en todas sus áreas.

Las fuerzas básicas prácticamente no existen en el equipo celeste. Acostumbrados a comprar jugadores, el trabajo formativo es algo que no rinde frutos desde hace años en el club y no les interesa trabajar para mejorar en ello. Entre que tal vez no hay talento suficiente o no les tienen la confianza, los canteranos en Cruz Azul o tienen "palancas" o nunca debutarán con la playera azul en México.

Otro de los grandes males que le aquejan es que ante su mal llamada grandeza, no tiene absolutamente ningún ideal, filosofía, estilo o idiosincrasia deportiva que los identifique. En Chivas el romanticismo del futbol 100% mexicano los mantiene a flote dentro de esa categoría. Al otro mal llamado grande como Pumas lo identifican con la "garra universitaria", pese a que esta sea una simple idea ambigua y sin grandes sustentos. El América y su ideal de amarlo u odiarlo, por muy simplista que sea, les ha servido por años, mientras en Cruz Azul no hay ni un esbozo de algo positivo que puedan acuñar como suyo.

Sin un estadio propio, hoy en el "Coloso de Santa Ursula" es el campo en el cual constantemente se presenta un club sin alma, con inestabilidad directiva y deportiva y con fantasmas terribles que más que burlas, representan a toda una institución que hoy está más asociada con el fracaso, que con la gloria misma.

Así podríamos resquebrajar a todo lo que se supone representa el Deportivo Cruz Azul. Males abundan en este equipo al igual que cualidades o virtudes, pero desde adentro del equipo mismo y desde las áreas administrativas hasta de los mismos jugadores, se empeñan más en mostrar lo negativo del club. 

Con dueños o presidentes como los que han tenido, el futuro de Cruz Azul no será diferente. No hay una estrategia deportiva que apoye todo el poderío financiero que siempre muestran para armar a sus planteles. Sin filosofía propia dependen del mejor postor al momento de contratar a un entrenador, pero siempre quedan a expensas de lo que los famosos promotores quieran hacer.

Un equipo presuntamente secuestrado por un promotor en específico desde hace años, que no tiene una forma diferente de hacer las cosas y que como única referencia para el futbol contemporáneo solo tiene el término "cruzazulear", no tiene aspiraciones reales a nada importante en el futbol mexicano.

Algunos equipos han sido incluso campeones en el balompié mexicano por mera casualidad. Cruz Azul ni así lo logrará. 22 años sin conseguir un título de liga, con jugadores sobrevalorados y directivos incompetentes para lo que el futbol actual requiere, el club celeste hoy solo tiene como futuro seguro el hundimiento continuo, del cual no se ve cuando vaya a tocar fondo.