Lo que el Tri perdió...

Queridos lectores, en vista de lo ocurrido anoche en Atlanta parece obligatorio de parte de Marcador Global el emitir un juicio habiendo criticado durante este verano el trabajo de la selección mexicana, tratando un poco de asimilar las lamentables acciones ocurridas en la semifinal de Copa Oro entre Panamá y México.

Como punto principal en esta publicación queremos dejar en claro que la culpa de lo ocurrido ayer no fue de la selección mexicana, no consideramos que la federación mexicana tenga arreglos con la Concacaf para asegurar una final en un torneo como éste, pero sin duda hay puntos que deberemos tocar en cuento a tendencias por algunos equipos por parte de esta federación que organiza dicho evento.

Desde que se instaló este nuevo formato de Copa Oro cada dos años quedó muy claro el objetivo de la Concacaf, que sin duda alguna está repleta de corrupción y que por ende siempre le ha dado prioridad a dos países; México y Estados Unidos.

Cada que se organiza formalmente este torneo, siempre está pensado para que la gran final sea la de siempre (y el negocio sea redondo) esperando a que Estados Unidos y México hagan su parte en el terreno de juego y nunca se enfrenten ni en cuartos de final o semifinales.

Ayer dos horas antes con el resultado entre Jamaica y Estados Unidos que les daba a los "Reggae Boyz " el pase a su primer final de Copa Oro todo mundo se imaginaba ya una final entre México y Jamaica (Jamaica que viene trabajando de manera muy seria y digna de reconocerse).

A pesar de esto lo de ayer ya está muy hablado. A la selección mexicana le regalaron dos penales en un partido de semifinal de Copa Oro y hoy está por el arbitraje en la final de este torneo.

El arbitro estadounidense que pitó el partido ayer (Mark Geiger) debe ser no solamente suspendido, sino que debería ser vetado para dirigir otro partido de nivel profesional, porque lo de ayer deja claro que si bien México no arregla partidos, la Concacaf marca una tendencia para proteger el negocio y por obvias razones a selecciones que le aseguran estadios llenos cada 4 días y deja muy claro el nivel de preparación de estos señores que ni si quiera saben las reglas de este deporte. 

Ahora bien pasando a temas más concretos con el accionar de la selección mexicana se cuestionó mucho si se debía fallar el penal que obviamente era un invento del árbitro dando el ejemplo a nivel mundial y respetando ese famoso y al parecer inexistente "fair play". 

Lo sorprendente aquí no es que México haya anotado los dos penales o que siga jugando pésimo, ya que por un lado ellos mismos celebraron la marcación de la pena máxima desde el primer instante (por ende ellos creen que sí eran penales). Por otro lado, el estilo y juego de México no cambiará como lo hemos venido diciendo si se sigue trabajando de manera mediocre y creyéndose los mejores desde un inicio.

Lo más contrastante que se puede sacar de lo ocurrido ayer al menos desde nuestro punto de vista es la pérdida de dignidad y respeto por el juego limpio que México tuvo el día de ayer. En conferencia de prensa Miguel Herrera fue cuestionado por los penales y cínicamente admitió que desde que lo marcaron el sabía que no era penal, pero subrayó que si a México y a él les han robado en el pasado, él y sus muchachos seguirán haciendo lo mismo (aprovechando esas oportunidades), dejando todo esto en un "error humano".

Muy respetable la decisión tanto de Andrés Guardado y de Miguel Herrera en haber anotado esos penales, así como es muy respetable esa forma de pensar que si a uno le roban en el pasado y no hacen nada, hay que aprender y aprovecharse de otros en el futuro.

Ante esto no hay mucho que se pueda agregar para ser analizado de manera seria, lo único claro es que la Concacaf está metida en problemas de corrupción serios, México sigue siendo una selección sobrevalorada, mediocre y que desaprovechó una oportunidad para dignificar el juego limpio y saber perder algo que por méritos propios han dejado ir en el terreno de juego.

 

Hoy México sigue con el sueño de ganar esta Copa Oro, con poco o mucho fútbol, con más temas extra cancha de por medio y con tintes fraudulentos siguen soñando con poder enfrentarse a Estados Unidos para obtener ese pase a la Copa Confederaciones, que tanto dinero les va a dejar a los que verdaderamente controlan este deporte en el país, pero que tras lo ocurrido el día de ayer ha perdido el respeto por el juego mismo.