Se busca entrenador valiente

Si hay algo claro después de los mundiales para la selección mexicana es el hecho de que un nuevo proyecto debe comenzar.

Al mexicano pambolero le encanta que los proyectos no perduren. Se habla cada año de continuidad, de desarrollo, planificación, reestructuración y todo esto después de cada justa mundialista -en el mejor de los casos-, se repite con la búsqueda de un nuevo entrenador.

Hace unos días se presentó a un nuevo presidente de la Femexfut. Nada  nuevo, un personaje que llega prácticamente impuesto por la empresa con mayor poder en del balompié azteca. Cuidará los intereses económicos sobretodo y en el aspecto deportivo seguramente sabrá y hará lo que sus antecesores. No habrá nada nuevo ni interesante con ello.

Como primera tarea deberá nombrar a un nuevo técnico. Para fortuna de tanto ignorante que se cree entrenador desde su sillón, Juan Carlos Osorio ha dejado al equipo tricolor. Muchas voces y nombres se han pronunciado respecto a quién debe ocupar tan agotador puesto. Los técnicos mexicanos desde su trinchera y con sus ideas y conceptos arcaicos se pronuncian como candidatos a dirigir al combinado azteca.

Mucha palabrería suena por un simple deporte que en México siguen empecinados en hacerlo ver como algo muy complejo. Entre tantos y tantos debates sin conclusiones sólidas, radica el principal problema de quienes viven hablando de futbol. Solo argumentan con datos de su conveniencia. No se hace un análisis profundo y por ende no se tocan todos los temas que puedan ayudar al futbol mexicano.

Para eso hay que ir por partes. 

1
El principal discurso de muchos actualmente es que debe ser un técnico mexicano. Se apoyan en el contundente dato de que ninguna selección ha sido campeona del mundo con un timonel extranjero. Cuando nos conviene, usamos el nivel de campeones del mundo, pero la realidad es que México no está para esos estándares y por ende ese discurso barato de que forzosamente debe ser un técnico con nacionalidad mexicana no tendría que ser obligatorio. No obstante, en el medio deportivo se usa mucho la frase "las estadísticas están para romperse"...

No es nada personal contra los técnicos mexicanos, pero si por números es, todos dirigen en la gloriosa LigaMx. De los últimos diez campeonatos solo un técnico nacido en México ha sido campeón. Por mucho que digan que Ricardo "Tuca" Ferretti debe ser considerado como técnico mexicano, es brasileño. Aún si contaran sus títulos seguiría la balanza con los extranjeros, con seis títulos a favor. Por ende tenemos que los técnicos mexicanos ni siquiera son dominantes en la liga local. 

Históricamente pocos se han formado o han probado el trabajar en otros lados. Les da miedo dejar su zona de comfort o simplemente para el extranjero, no son lo suficientemente buenos. Aunque al gremio en turno le duela, hoy los directores mexicanos parece ser que son mejores comentaristas y analistas en televisión, que personas listas para trabajar en cancha y hacerlo bien.

                                     
2
Sobre el tema de convocar a jugadores naturalizados radica otro problema para seleccionar a un nuevo entrenador. Algunos abiertamente han dicho que a México le hace falta explotar esta posibilidad de jugar con extranjeros que radican aquí. Otros puritanos prefieren ver a once jugadores nacidos en territorio nacional, principalmente porque se está representando el futbol que se practica en México y con naturalizados eso se perdería. 

El punto es tan sencillo que por sí mismo acaba con las ideas románticas de muchos. 

No existe una escuela definida de lo que es el futbol mexicano. No hay una filosofía, o un estilo claro y básicamente nunca han existido. Cada ciclo ha adoptado ideas diferentes y nunca se ha encontrado algo que pueda describir lo que es el futbol mexicano. Siempre recaen las ideas ambiguas de que el futbolista mexicano es rápido, dinámico, técnico, inteligente, aplicado en la táctica y varias incongruencias más. 

La realidad es simple. No hay un trabajo desde las bases del futbol profesional en México. Se busca formar jugadores para que sean profesionales, pero todos trabajan según sus ideas y sus sueños. No hay un trabajo en conjunto por crear una verdadera escuela del futbol mexicano. Para tener un estilo fijo y que proyecte las cualidades reales del jugador nacional.

Usar a naturalizados puede funcionar ya que incluso la LigaMx necesita de ellos para brindar espectáculo. El futbol local sería otro sin extranjeros. Sería algo sano para el balompié nacional, pero un cáncer para el producto de calidad que dicen vender los equipos. No sería la solución para trascender internacionalmente, pero ignorar esta posibilidad es algo suicida cuando hay un trabajo pobre aquí.

                                
3
En el futbol mexicano no se conoce la idea de "proyecto a mediano o largo plazo". Pocos técnicos en la LigaMx pueden presumir de haber cumplido cabalmente su contrato. Incluso a los directores nacionales. Aquel que llega al mundial con el "Tri" ya cumplió y siempre se despide con el cuatro partido. 

Tomemos de ejemplo el caso de Juan Carlos Osorio. Dirigió al conjunto mexicano desde 2015 y su promedio de efectividad tras ese periodo es de 67%. Sin contar a directores interinos, el último técnico que puede presumir un promedio mejor que el del colombiano es Alberto Guerra que dirigió al tricolor en 1989 en tres partidos correspondientes a un torneo de la amistad. 

Casi treinta años de técnicos para poder encontrar a alguien que haya tenido mejores resultados que el "profe Osorio", pero como no llegó al quinto partido y ante la presión del pueblo que sabe más de patear un balón que de otras cosas más importantes, prescindieron de sus servicios. 

Y es que el problema no está en que se haya acabado su contrato. Lo cierto es que se prefiere apostar por un proyecto que solo dure de aquí a la próxima copa del mundo, en lugar de firmar a alguien para que trabaje mínimo entre seis y ocho años en el banquillo nacional. Tampoco se premian a la nuevas ideas. Hoy el medio futbolísticos en México reprocha las rotaciones, cuando debería ser un sistema a tener en cuenta para un deporte sin filosofía.

Esto pasa en el futbol local. El futbol mexicano no sabe trabajar con proyectos reales. La mediocre visión que hay en el futbol local los obliga a no conocer lo que es un trabajo a largo plazo.

                                        

Así es como en tres simples pasos profundizamos en varios de los graves problemas que presenta el futbol mexicana cuando quiere encontrar a un nuevo dirigente. La realidad en México es esta. Los directores en México jóvenes no reciben oportunidades porque el formato de competencias les exige resultados a corto plazo y los equipos ven esto como un negocio a explotar hoy y no algo para trabajar a futuro y hacer que rinda en unos años. 

Los técnicos con cierta experiencia, no han ganado nada. No son exitosos ni siquiera en la liga local. Saben venderse en el medio mexicano pero la triste verdad es que no están actualizados y no son efectivos.

Partiendo de las bases, cada selección juega según su técnico en turno. Ni siquiera hay una intención de unificar a todas las selecciones para que éstas mismas jueguen con una misma idea para tratar de encontrar una verdadera escuela en México. 

No se cree en el extranjero. Tanto como entrenador o como jugador, todos parecen estar peleados con esa idea y creen que con un equipo 100% mexicano se logrará algo, cuando el pasado dicta todo lo contrario. 

México no se decide entre ser un país exportador de talento, porque en primera instancia a todos los jóvenes los vende como las próximas joyas que revolucionarán el futbol local. Pero tampoco se decide en desarrollar verdaderamente a los jugadores juveniles. Inventan reglas para "obligar" a los equipos a usar a mexicanos y debutar a jóvenes, pero el talento siempre pasa por los extranjeros que hoy abarrotan una liga bastante equis.

La selección mexicana busca a un director técnico valiente. Que aguante a millones que creen poder hacer desde su sillón una labor mucho mejor que la de él en la cancha. A un técnico que sepa lidiar con la prensa, con los jugadores mimados e incluso que sepa desenvolverse frente a las cámaras para grabar los miles de comerciales que ordenan los dirigentes. 

El tri busca a un entrenador, pero para la estructura misma del futbol mexicano, lo que necesita es a un salvador que sepa tolerar todas las problemáticas que rodean a este deporte, para que después pueda intentar plasmar algo interesante en el terreno de juego. 









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