La Serie A regresa
Si bien es cierto que en los últimos años han habido dos países en donde un solo equipo ha impuesto condiciones al grado de hacer de sus competencias un simple monopolio que arruina sus torneos locales, hoy parece ser que una de esas ligas se ha reinventado para que después de varios años, más de un equipo pueda competir e incluso ayudar a su futbol a tomar relevancia internacional.
Claro que no nos referimos a Alemania y la Bundesliga, ya que dominio del Bayern continúa y como el conjunto bávaro no ve lo que ha hecho en los últimos años, como un cáncer propio para el futbol alemán, no ha mostrado señales de cambio y por lo tanto tal control continuará pero solo se limitará a Alemania.
Evidentemente nos referimos al futbol italiano. Ese futbol que ha pasado por diversas crisis en los últimos años entre las que destacan la financiera, ya que provocó que múltiples equipos no solo perdieran jugadores, estadios e identidad, sino que malgastaron la imagen de un futbol histórico y que tras 2006 con el campeonato mundial, comenzó a resquebrajarse poco a poco.
Por obvias razones el futbol italiano dejó de trascender a nivel internacional luego del brillante triplete del Inter de Milán que dirigía Mourinho y que quizás fue la última gran versión de lo que significa el futbol defensivo italiano. Ese equipo estaba plagado de jugadores extranjeros y ahí empezó el grave problema.
En los últimos años el futbol italiano se ha plagado de jugadores de medio nivel o bajo, provenientes del extranjero. Muchos equipos han volteado a Sudamérica para invertir, pero no han desarrollado ni jugadores propios, ni proyectos sólidos.
La asistencias a los estadios hoy promedian un 55% en toda la liga. Incluso los equipos con más peso histórico han sufrido crisis fuertes en estos sectores -económicos y deportivos-.
Ambos clubes de Milán podrían ser los mejores ejemplos. Han fracasado en los últimos 5 años al menos al tratar de renovarse. Los dos clubes han pertenecido a empresarios e inversionistas asiáticos, con resultados pobres de acuerdo a las inversiones que han realizado en los equipos. Han probado cambiar de proyectos prácticamente cada año. Jugadores han pasado por estos equipos sin pena ni gloria a causa de proyectos deportivos mal planificados e implementados.
Amplifiquemos el ejemplo en un solo equipo. El A. C. Milan tras ser vendido en definitiva por Silvio Berlusconi en 2017, pasó a ser propiedad de Li Yonghong, quien solo pudo mantener al equipo un año ya que es ahora el grupo Elliott Management Corporation -Estados Unidos- quien funge como propietario del equipo italiano más ganador a nivel internacional.
Dicho esto no es sorpresa que al menos un equipo en Milán siga deambulando entre resultados mediocres y un plantel que no tiene una estructura definida para volver a competir en lo máximo del futbol europeo. Por otro lado el Inter parece ser la gran sorpresa en Italia. Afortunadamente le han dado continuidad al proyecto que comanda Luciano Spalletti y con una serie de buenas contrataciones bien podría ser el equipo que le dé esa gran pelea que exige desde hace años la Juventus.
Por otro lado tenemos equipos de menor calibre pero que han sabido realizar su trabajo de acuerdo a sus posibilidades, en el entendido de que es futbol y en la cancha cualquier diferencia económica, con algo de talento y trabajo puede reducirse.
En este caso nos referimos al Napoli, hoy comandado por Carlo Ancelotti, la Roma de un joven pero talentoso Eusebio Di Francesco y una Lazio que se encontró por casualidad a un gran técnico igualmente muy joven como Simone Inzaghi.
El caso napolitano es algo complejo. Si bien llegó alguien de renombre como Ancelotti al banquillo, la salida de Maurizio Sarri puede pesar demasiado, ya que este Napoli sin grandes contrataciones, era un equipo completamente ofensivo, que mostraba un estilo muy distinto al que por años ha proyectado Ancelotti.Fueron al menos dos años el gran rival de la Juve, pero para esta campaña no se ve un cuadro sólido que sea capaz de aguantarle el paso a los demás equipos que aspiran por la liga.
El caso de la Roma es más claro. El conjunto de la loba se ha afianzado en los últimos años como el tercero más fuerte de Italia pero pareciera que hasta ahí han llegado sus ambiciones. Pese a que el conjunto de la capital fue el que más inversión hizo, sus pretensiones parecen ser las mismas; trascender o intentar hacerlo en Europa y pelear por mantenerse entre los tres mejores de Italia. A este equipo le hace falta la regularidad en las competencias locales para mantenerse en la pelea.
Sobre la Lazio hay que dejar en claro que se han ganado dicha mención por encima del Atalanta, de la Fiorentina o la Sampdoria ya que han mantenido un nivel similar por lo menos los últimos tres o cuatro años. El conjunto celeste ha encontrado no solo a un técnico joven como Inzaghi, sino que han formado un proyecto que tanto a su dueño -Claudio Lotito- como a la plantilla les parece atractivo. Al igual que sus eternos rivales -Roma-, ellos aspiran a mantenerse en puestos tanto de Champions como de Europa League, pelear las copas locales y han adoptado el estilo empresarial que presenta el futbol; comprando a jóvenes promesas para desarrollarlos y venderlos a precios mucho mayores.
De la Juventus valdría la pena hablar por separado, pero el calcio italiano les ha quedado muy fácil en los últimos siete años. Dos veces se han quedado cortos en la Champions, pero tras este mercado de fichajes, el regreso de uno de los mejores defensas del mundo -Bonucci- y con la incrustación de Cristiano Ronaldo, los deben colocar como la principal amenaza del Real Madrid en Europa.
Este año la Serie A da un paso más en su recuperación frente a las demás ligas europeas de poder. Hay figuras de talla mundial en cada uno de sus principales equipos y el estilo aguerrido, físico y sin grandes tapujos tácticos que han caracterizado al futbol italiano al parecer han regresado más que nunca. La Juve hoy tiene al Inter y al Napoli como sus principales rivales a nivel local. Roma y Lazio y quizás el Atalanta son de esos equipos que pelearán e incomodarán en cada partido a los más grandes, mientras que el Milán es el club cuyas expectativas son menores tras un pasado reciente repleto de irregularidades tanto deportivas como en su dirección.
El futbol italiano ha dado pasos firmes para volver a brillar a nivel internacional en clubes. Su ausencia en Rusia 2018 poco tiene que ver con la gestión que ha tenido su futbol local. Las crisis deportivas y económicas que han rodeado al calcio, parecen mejorar sobretodo con la inversión extranjera. Hay mucha juventud tanto en las canchas como en los banquillos. Los estrategas se han reinventado y en muy pocos años se verán más técnicos italianos por toda Europa.
El poderío que tanto prometió la Bundesliga -Alemania- hace cuatro años para competirle a España e Inglaterra hoy parece pertenecerle al futbol italiano. Hay una infraestructura clara en más de un equipo y todo apunta a que brinde torneos más reñidos y espectaculares.
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