Estancados por obstinados

Tras el mundial de Brasil en 2014, expertos y "gente de futbol" en general hablaron de lo que parecía ser un resurgimiento notable del futbol alemán. A nivel de selecciones es visible el trabajo que "Die Mannschaft" ha realizado en los últimos años. Tras el mundial en tierra carioca, lograron una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río 2016. En la Eurocopa de Francia en 2016 terminaron en 4to lugar tras ser eliminados en semifinales, pero en el pasado verano fueron campeones de la Euro sub21 (que para los países europeos representa más que la sub23) y ganaron la Copa Confederaciones con un denominado cuadro B. 

Para ser un país que siempre está a la vanguardia deportiva, el crecimiento de su futbol local ha sido notable principalmente por los diversos jugadores jóvenes consolidados en equipos importantes de Europa. A pesar de esto, el futbol alemán presenta hoy un problema que recae en otros factores. Su liga (Bundesliga) en el pasado reciente mostraba un crecimiento notable en muchos aspectos, tales como la audiencia, sus ingresos y cierta competencia entre casi todos los equipos. Lamentablemente para ellos, sus clubes se han quedado rezagados ante un negocio que evoluciona de manera exagerada y en el cual sólo un club alemán puede soportar dicha carga (Bayern Múnich), pero ha decidido seguir de manera tradicional.

Si bien es cierto que han salido jugadores notables en los últimos años de las escuelas alemanas, sus principales figuras han optado por emigrar a otras ligas por diversos factores, pero uno en especial tiene que ver con el evidente dominio y hasta cierto punto absurdo y tedioso de un Bayern Múnich que conquista de modo fácil el futbol local. Tres casos simples de juveniles los tenemos con Draxler, Sané y Younes.

Actualmente y no importando que hablemos de un futbol con finanzas sanas en todos sus equipos de primera división, el futbol teutón se ha quedado en el camino para competir contra otras ligas en su búsqueda por contratar jugadores de relevancia internacional o talento comprobado, dejando solamente los dos pobres casos de James Rodríguez y Lucas Alario, quienes llegaron a reforzar tanto a Bayern Múnich como a Bayer Leverkusen en este último mercado de fichajes.

Dicho esto trataremos de ver caso por caso de los que hoy "mandan" en el balompié germano.

Destacar a los históricamente conocidos hoy resultaría absurdo. Quitando al Bayern y Dortmund, los equipos que en mayor medida se conocen a nivel mundial hoy son completos desconocidos. En Stuttgart y Leverkusen hoy se preocupan por mantenerse fuera del descenso e intentar soñar con puestos europeos es poco viable. Hertha Berlín y Hoffenheim son equipos desconocidos pero que llevan ya más de dos años con temporadas dignas de reconocer, pero aún por debajo de las expectativas que presume  una liga dominante en Europa. Schalke 04 es lo equiparable al Valencia en España. Equipos con historia,  frecuentes participantes en competiciones europeas, pero con un presente repleto de frustraciones deportivas pero con cierta calidad en sus escuadras.

Del RB Leipzig en primera instancia ha que reconocer su temporada pasada. Lamentablemente los 67 puntos logrados el año pasado hoy se ven muy lejanos y confirman que lo del año pasado fue nada más que un intento fallido por copiar la hazaña del Leicester City en Inglaterra en 2016. Con ellos hay que esperar a que mantengan su nivel, sepan reemplazar a las notables bajas que tienen y deberán seguir creciendo. Hay que recordar que tan sólo tienen ocho años desde su fundación.

Importante mencionar que hoy cuenta con un gran talento ofensivo como lo es Timo Werner que esperemos no termine en el Bayern Múnich y desperdicie su talento, ya que salir de Alemania el próximo año es sinceramente la opción más viable para que siga creciendo.

Al hablar del Borussia Dortmund evidentemente hay dos puntos que se deben destacar. Uno es el gran manejo a nivel administrativo al momento de buscar talento cada año. El problema de este equipo recae  justamente en otra parte de su administración, que cada año permite que se burlen de ellos al ceder a sus mejores jugadores hasta el grado en el que ya no son contendientes al título de liga y mucho menos en torneos internacionales y únicamente aspiran a ganar la Pokal (copa alemana) por ser de eliminación directa.

Del Borussia Dortmund lo más destacado es que se mantiene como un equipo atractivo de ver. Lleva al menos siete años respetando una filosofía o estilo de juego en el cual predominan tanto la intensidad, como la verticalidad a la ofensiva, con jugadores muy talentosos pero de igual manera muy frágiles. Otro punto importante son las lesiones. Alguien debería cuestionar si verdaderamente tienen médicos competitivos porque este equipo siempre arrastra lesiones durante todo el año futbolístico en todas sus líneas (defensa, medio campo y ofensiva). 

Hoy el conjunto dirigido por el holandés Peter Bosz, presenta nuevamente un conjunto joven a la ofensiva, lento en defensa y con jugadores nuevos con gran proyección a futuro, entre los que destaca sin duda Maximilian Philipp que podría convertirse en el gran recambio de un Marco Reus masacrado por las lesiones.

Con este Dortmund hay que esperar cualquier cosa. Es sin duda el equipo que más gusto de ver jugar en Alemania. Tienen históricamente un problema grave con las lesiones, pero si éstas los dejan en paz esta temporada quizás puedan hacer entretenida la Bundesliga, aunque seguramente se irán sin títulos y nuevamente vendrán los equipos con cartera a quitarles jugadores.

Sin mayores preámbulos, ha llegado el momento de hablar del "todo poderoso" Bayern Múnich. Durante este lapso tan prolongado de dominio del conjunto bávaro en su país, muchos han llegado a comparar esta paternidad con la que hoy mantiene la Juventus en la Serie A al no dar tregua y dominar el futbol italiano de forma sobrada, pero aquí sí hay una gran diferencia en cuanto al producto general. 

El futbol italiano aún con sus múltiples crisis es más interesante de ver al tener a la Roma, Inter, Milán, Lazio (se vale), Atalanta (con un futbol muy atractivo y poco mencionado) y un Napoli que a pesar de no ganar nada, es de los pocos equipos que siempre da gusto verlos jugar. Una liga golpeada por una crisis económica fuerte, pero que mantiene su atracción por los equipos históricos que en ella compiten, mientras que en Alemania ya ni siquiera se toman en cuenta a los llamados "históricos" y su único producto atractivo es cada encuentro que sostienen Bayern y Dortmund.

En Alemania lo más cercano a una competición ha estado en manos  del Dortmund que siempre termina cediendo al poderío del Bayern y solamente el año pasado un Leipzig ilusionó a uno que otro inocente que ve futbol de manera esporádica.

Pero el problema real se puede ver desde dos perspectivas. Ambas conllevan a los mismo, el jugador.

Actualmente los mejores jugadores alemanes o juegan en Múnich o están por toda Europa en los mejores clubes. Basta mencionar a Kroos (Real Madrid), Ozil y Mustafi (Arsenal aunque sea equipo chico), Draxler y Trapp (PSG), Khedira y Höwedes (Juventus), Sané y Gündogan (en el equipo de Guardiola) y Can (Liverpool), por mencionar algunos.

Con respecto a jugadores del Bayern constantemente convocados a "Die Mannschaft" encontramos a Hummels y Boateng (casi siempre lesionados desde hace dos años a la fecha), Rude y Süle (que casi nadie conoce),  Neuer (actualmente lesionado y con una relativa baja de juego en los últimos meses), Kimmich (jugador increíblemente sobrevalorado que denota la escasa producción en su posición) y Thomas Müller (evidentemente un futbolista que se ha estancado en un equipo que ya no explota sus cualidades y lo ha convertido en un jugador irregular). 

A pesar de esto a nivel de selecciones este conjunto sigue en los primeros planos, producto principalmente de una idea que a nivel nacional se ha entendido a la perfección, de la mano de una mentalidad ganadora, característica de este país que siempre los tiene en la pelea por títulos.

El asunto recae a nivel de clubes. Tras hablar del Dortmund y su ya tradicional escuadra limitada de personal o en su momento un Leipzig, Hoffenheim, Hertha, Schalke, Wolfsburgo o Leverkusen que juegan bien una temporada y a la siguiente se caen, siempre fallan en momentos importantes. Sólo nos queda un Bayern Múnich que en sus últimas cuatro Bundesligas ha sido campeón con al menos diez puntos de diferencia con el segundo lugar y entre 15 y 20 con el tercero. 

¿Pero de qué les ha servido en Champions? 

Está claro que en esa cuestión abril y mayo son cruciales. Los últimos cuatro años se ha mencionado el famoso triplete bávaro, pero llegando a estos meses las lesiones y continuas goleadas en momentos claves, han impedido que logren conquistar nuevamente Europa. 

2013 fue la última oportunidad del Dortmund y se la ganó el Bayern. A partir de ahí los clubes alemanes son competitivos, pero "contendientes" sólo los bávaros. A partir de esto, la llamada "estrella del sur" solamente ha sabido escudarse en su "mia san mia" (que para tratar de entenderlo significa "nosotros somos nosotros") para tratar de difundir cierto poder, ya que en el campo han quedado cortos, con problemas claros que ahorita expondremos. 

De entrada el equipo de Múnich hoy es bastante viejo. Seis de sus jugadores tienen hoy más de 30 años (Neuer, Robben, Vidal, Ribery, Rafinha y Starke) y cuatro son titulares constantes. Otros son exageradamente propensos a lesiones (Robben, Ribery, Hummels, Boateng, Thiago, Martínez, Bernat y James) y en algunos casos específicos tenemos jugadores tanto sobrevalorados (Kimmich y Thiago), como otros estancados en referencia a la proyección que se llegó a tener de ellos en años anteriores (Coman, Alaba y Müller).

En la parte administrativa es donde se puede considerar está el problema central. Karl Heinz Rummenigge, presidente de la junta directiva del club, ha sostenido una cultura de fichajes muy conservadora. Si vamos al pasado reciente, sus jugadores han llegado o de otros clubes alemanes (Hummels, Lewandowski, en su momento Götze, Ulreich, Rudy y Süle), o han sido jugadores de poca o nula relevancia internacional (Tolisso recientemente). 

Si hablamos de verdaderas bombas, los últimos han sido James Rodríguez (a préstamo) y Arturo Vidal. A esto hay que añadirle a sus dos últimos retiros (Lahm y Alonso), a los cuales hasta el momento han sido incapaces de reemplazar. Incluso en varios fichajes "a futuro" han demostrado no ser tan efectivos como su único competidor en Alemania que siempre se las arregla para contratar a buenos talentos. Como ejemplos están Coman quien no termina por explotar sus virtudes, Gnabry que terminó siendo cedido a otro club al igual que Renato Sanches y Costa por no rendir de acuerdo a lo esperado.

Y a todo esto, ¿han intentado fichar a alguien relevante?

Basta ver que Corentin Tolisso y Javi Martínez son los dos fichajes más caros en la historia del club (por arriba de los 40 millones), para hacerse una idea del por qué en su momento no ficharon a De Bruyne, Draxler, Sané, o en casos recientes a Keita (Leipzig), Alexis Sánchez o Goretzka, según varios reportes durante el verano pasado. El equipo más poderoso de Alemania y uno de los diez más ricos de toda Europa se niega a la idea de un futbol que cada vez está más vinculado con cantidades exageradas de dinero.

Pero, ¿siguen siendo la cantera más productiva de Alemania no?

Solamente hay que revisar su plantilla actual de 40 futbolistas, donde hay seis jugadores canteranos pero sólo dos de ellos "consolidados" (Müller y Alaba) y los otros cuatro por debajo de los 19 años que ni siquiera han debutado de manera oficial. 

Las conclusiones son muy obvias. El futbol germano ha tenido un crecimiento notable. Los clubes se han dedicado a la formación de jugadores con perfiles similares y un estilo que ha sido efectivo a nivel selección nacional. El problema del futbol alemán parte hoy de una liga dispareja. Clubes con finanzas sanas pero con poco interés por evolucionar en un futbol en donde el que tiene más dinero manda. Su máximo referente es el mejor ejemplo. 

Está el Bayern Múnich que prefiere seguir "robando" jugadores locales y generar poco, pero que ha fracasado constantemente al explotar a jóvenes prospectos y vende hoy un espejismo de éxitos en una liga que ganan de manera sobrada y aburrida.

Por otro lado hay un Dortmund que compite, agrada y entretiene, pero que en momentos importantes muestra su falta de talento en zonas específicas y experiencia.

También están los constantes pero ignorados Hertha, Hoffenheim y ahora Leipzig, aunque ninguno promete convertirse en conjunto ganador en el corto plazo.

Un futbol teutón que se hizo moda desde el 2013 con el triplete del Bayern y se consolidó en 2014 en el mundial hoy está completamente estancado a nivel de clubes, mientras que en selecciones por el momento sigue su brillo. 

Tal y como dijo Ottmar Hitzfeld en 2013, en Alemania ya se trabajaba el futuro de este deporte. Vertical, explosivo y mayormente ofensivo son las cualidades que en su momento el ex entrenador alemán destacó que se proyectaban a nivel nacional para un futuro de Alemania con mucha ambición. En efecto esto ha tenido resultados claros para los cuatro veces campeones del mundo, pero no a nivel de clubes, ya que sus mejores cartas pareciera que prefieren morir ante los gigantes europeos antes que evolucionar. 










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