Falacias a conveniencia

Pese a la inactividad que vive hoy gran parte del mundo y entre ellos el de carácter deportivo y futbolístico, por la pandemia sanitaria ya conocida, en el futbol mexicano se han tomado en los últimos días decisiones drásticas respecto a una de sus competencias y el futuro inmediato de la misma.

La semana pasada se llegó a la conclusión que el Clausura 2020 del AscensoMX se daría por finiquitado y no habría campeón, alegando que los clubes participantes no podían solventar más esta crisis sanitaria, que los ha llevado a no poder mantener los gastos de sus instituciones sin actividad deportiva, de la cual puedan obtener ingresos económicos.

Junto a esta decisión, surgió el rumor que días después fue confirmado, de que en dicha junta también se analizó, debatió y votó por erradicar este torneo de manera definitiva para crear en contraparte una llamada "Liga de Desarrollo".

Esta denominada "Liga de Desarrollo" se usaría principalmente para terminar de "formar futbolistas" estableciendo un límite de edad, para hacer de esta principalmente una categoría sub23. Con el paso de las horas y los días más detalles surgieron sobre esta nueva idea en el futbol mexicano. Una de ellas establecía que se permitiría usar entre 5 y 7 jugadores que pasaran de 23 años, para no afectar tanto a los jugadores que se quedarían sin trabajo (que serían mas de 200), ante las múltiples críticas que surgieron al darse a conocer esta decisión.

Entre los clubes que apoyaban esta moción de eliminar la segunda división y crear esta categoría juvenil y netamente formadora, sorpresivamente quienes decidieron votar en contra de esta postura fueron únicamente los clubes de Venados de Mérida, Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, Correcaminos de Tamaulipas y los Mineros de Zacatecas. Quienes votaron a favor de estos cambios fueron Celaya, Zacatepec, Tampico Madero, Atlante, Cimarrones, Dorados, Cafetaleros de Chiapas y de manera hasta contrastante Alebrijes de Oaxaca, actual campeón de la categoría. 

En el caso de la LigaMX, clubes como Guadalajara, Necaxa, Rayados, Tigres, Pachuca, Pumas, Cruz Azul y Léon votaron porque se mantuviese esta liga de AscensoMX, mientras que América, Xolos, Querétaro, Atlas, Santos, Puebla, Toluca, San Luis y Morelia dictaminaron que desapareciera. 

Sobre la postura de unos y otros hay mucha suposición de por medio que poco se puede entender hasta no ver cómo quedará conformado el futbol mexicano una vez que se oficialicen estos cambios. Pero los rumores indican a que ciertos clubes cuyo voto fue desde un inicio a favor serán recompensados con la posibilidad de comprar una plaza en primera división en el futuro próximo. Atlante y Celaya de los principales candidatos. Por otro lado, clubes como Tampico Madero o Dorados, al tener relación directa con clubes de primera división, es claro que votaron con una agenda e interés por proteger a sus socios de la categoría superior.

El aspecto deportivo y comercial es la gran interrogante o excusa. Por años la segunda división de futbol en México, mejor conocida como AscensoMX, ha sido una liga irregular en su manejo comercial y deportivo, afectando directamente su aspecto financiero. 

Es una liga menospreciada por los propios dirigentes del futbol mexicano, pero en ellos está la gran responsabilidad y ellos tendrían que haber presentado su renuncia tras esta decisión de erradicar una liga completa. Sobretodo en el caso de Enrique Bonilla, que como presidente de la LigaMX y del AscensoMX, está obligado a que ambas ligas se desarrollen en el mejor panorama posible y dentro de esas responsabilidades también está la de desarrollar un modelo deportivo y de negocios efectivo para que ambas ligas perduren.

Otra de las obligaciones que tanto Enrique Bonilla como Yon de Luisa -presidente de la Femexfut- tienen, es la de investigar a cada uno de los empresarios o dueños que participan en ambas ligas, para determinar si son tanto ellos como sus empresas capaces de solventar a sus respectivos clubes no solo por una temporada, sino por un periodo determinado que haga de un club, un proyecto sustentable. 

Evidentemente estos personajes no han hecho su trabajo y hoy ponen estas limitantes como la falta de recursos económicos en los clubes, como una de las principales excusas para tomar estas decisiones tan radicales. Hoy simplemente tenemos a dos personajes muy bien resguardados, que no supieron cumplir con su labor y que de la mano de los clubes de primera división, desarrollaron un proyecto que promete con acabar con carreras de algunos jugadores y por cinco años frenar la ilusión de aficiones enteras por ver a sus clubes en el máximo circuito del futbol mexicano.

Su modelo de negocios es limitado ante el poco interés que produce en el país, pero eso no tendría que ser excusa para frenar la liga por completo, ni tendría que ser culpa de los equipos en primera instancia.  Con una federación que obtiene más de 200 MDD -millones de dólares- al año, resulta increíble que no haya un mejor plan financiero para solventar la segunda división, que no sea su desaparición inmediata. 

Pero hay que sostener y aclarar que la verdadera problemática de la segunda división parte de la negligencia de los clubes de la máxima categoría por aceptar a los demás equipos. Si se reformulara el sistema de competencias en la primera división y se le diera apertura a todos los clubes participantes en el AscensoMX para subir de categoría, el interés por ambas ligas aumentaría y por ende las finanzas de ambas. 

Desde arriba los clubes que hoy tienen una plaza en primera división, velan a toda costa por permanecer en la misma aunque sus modelos deportivos y financieros no sean los idóneos en muchos casos. Por ello hoy tenemos a clubes como Atlas, Puebla, Xolos y hasta equipos como Toluca y Querétaro que en repetidas ocasiones no aspiran a nada trascendental en la LigaMX, pero pelean a toda costa por permanecer en la categoría aunque no ofrezcan absolutamente nada al futbol mexicano. 

Históricamente se han  aprovechado de la segunda división a placer para negarles el acceso a la máxima categoría. Se han inventado reglas poco creíbles como la calidad y capacidad de sus estadios, para no acreditarlos como equipos con posibilidades de ascender. No ha bastado con el simple hecho de que en primera división exista un método tan arcaico para determinar los descensos como los promedios, inventado para proteger a los clubes de mayor poder adquisitivo, ante una posibilidad de descenso en un futbol tan inconsistente.

A nivel deportivo se ha engendrado una idea sobre la de calidad entre ambas divisiones, como si el futbol desarrollado en la máxima categoría fuera ejemplar y siempre entretenido para todos. El nivel de ambas ligas no es tan diferente ni desigual. La gran diferencia que puede haber simplemente sería la de los 20MDD -millones de dólares- que en promedio aumenta una franquicia a su valor adquisitivo cuando sube a la LigaMX, pero por futbol simplemente no hay tal contraste como históricamente se ha querido enseñar. 

Estamos hablando de un crucigrama complejo, pero que nos lleva a la misma conclusión. Los dueños de la primera división son los responsables de esto que ha pasado. Porque la federación como tal no existe, ya que no tiene poder sobre los clubes y sus representantes en lugar de velar por el organismo y el deporte mismo, responden únicamente a los equipos de futbol y sus dueños. 

El futbol mexicano ha pasado a merced de personajes que velan por sus intereses bajo un discurso populista de desarrollo y evolución deportiva. Esta nueva "Liga de Desarrollo" para quienes tienen conceptos básicos de cómo funciona el futbol moderno, es una pérdida de tiempo. Simplemente servirá para darle a jóvenes de entre 21 y 23 años una última oportunidad de jugar futbol profesional antes de aceptar el retiro, porque en las mejores ligas del mundo si a esas edades no eres un futbolista de primera división, según la regla, nunca lo serás. 

Tan sencillo como eso. Estas decisiones tomadas acabarán con las carreras de unos -los jugadores veteranos del AscensoMX-, bajo un discurso lleno de ignorancia que terminará repercutiendo en  las carreras de otros y de paso con el desarrollo del futbol mexicano, que ciertamente no ha existido en una década.