El verdadero fracaso holandés
¿Cómo entender que una escuela considerada como la mejor en cuanto a captación y desarrollo de jóvenes talentos, hoy tenga a sus pies un fracaso de las magnitudes que tiene el futbol holandés y que ha venido cosechando desde hace cuatro años?
Algunas teorías especulan con lo simple. Atacan el problema con números. Hacen críticas basados en nombres, mas no en futbol. El problema del futbol tulipán parte desde varios sectores, que si son abordadas solamente de manera individual dejan análisis vagos y discursos gastados.
Es inútil hablar de una generación exprimida. Imprudente criticar a las nuevas "camadas". Pero es lamentable decir que el futbol de los Países Bajos se hizo viejo y se conformó con eso desde hace años.
A pesar de esto, es entendible que se acepten estas teorías como reglas universales al hablar de fracasos como el de Holanda. En el caso exclusivo de los mexicanos (promedio) es más obvio que lo vean así, puesto que el pasado solo los lleva a un penal (que sí era) y el presente los hace creer que un mexicano por sí solo domina la Eredivisie.
La clave para ver este problema es comprender que no se descubrirá el "hilo negro" de este deporte. Sencillamente hay que ver los partidos de la "Oranje", tratar de entender el funcionamiento y compararlo con la idea que los clubes a nivel local buscan plasmar.
Una selección que en los últimos dos mundiales jugó la máxima cantidad de partidos posible, pero que no obtuvo más que un segundo y tercer lugar respectivamente. Que en general siempre trató de respetar el buen trato del balón, a pesar que en estos dos procesos se olvidó del parado clásico holandés (4-3-3), que podríamos tomar como uno de los grandes pecados en estos últimos años.
Recapitulando un poco, en 2010 con Bert Van Marwijk la clave siempre estuvo en el medio campo sólido. De esa zona podemos recordar a Mark van Bommel y Nigel de Jong quienes hacían la labor sucia y dejaban la creatividad a Wesley Sneijder, Arjen Robben, Rafa van der Vaart y Dirk Kuyt y Robin van Persie respectivamente.
Un cuadro que dominaba el esquema de (4-2-3-1) y jugaba de manera espectacular, pero que controlaba cada zona del campo ante la cantidad y calidad de sus mediocampistas.
Para 2014 bajo las órdenes de Louis van Gaal, éste personaje se llegó a pelear con la prensa local y con su antagonista principal (Johan Cruyff), quienes lo acataron por "no respetar una filosofía", al implementar un parado poco convencional en Holanda, pero que curiosamente fuese la formación "sensación" en el Brasil, con varios equipos que apostaban a ese estilo, aunque obvio sin el mismo talento que el holandés.
Efectivamente, a muchos no les gustó el estilo de esta "naranja mecánica", históricamente asociada a un futbol horizontal, respetuosos de las transiciones cortas y control del balón por lapsos prolongados, con verticalidad exclusiva de los últimos metros del campo y posturas siempre ofensivas, , pero lo que realmente generaba grandes dudas era el aparato defensivo.
El mismo Van Gaal en repetidas ocasiones declaró que él consideraba que el recambio generacional a la defensa era lo más complicado. Ya sin John Heitinga, Joris Mathijsen, Van der Wiel o Van Bronckhorst, para Brasil se implementó la famosa línea de cinco defensores, siendo los habituales Ron Vlaar, Stefan de Vrij, Matrins Indi y por las bandas Daley Blind y Daryl Janmaat y en ocasiones, sorpresivamente aparecía Dirk Kuyt.
A pesar de esto, el medio campo seguía respetando la idea de colocar a más de un hombre en la recuperación. Con un claro (5-2-3) o (5-2-1-2) con Wesley Sneijder como jugador creativo y conexión entre medio campo y ofensiva. En general se había pasado a un futbol más vertical, explosivo en las bandas y con transiciones amplias. Algo que evidentemente atetaban con la tradición holandesa. Pero dio resultados...
En este medio campo se mantuvo Nigel de Jong y en momentos se acompañó con Jonathan de Guzmán, Georginio Wijnaldum, Leroy Fer o Jordy Clasie, pero la idea de poblar dicha zona se mantuvo y fue clave para ese sorpresivo tercer lugar con un equipo al que muchas personas sin conocer, criticaron por considerarle un recambio holandés precipitado.
Por increíble que parezca en 2014 el discurso decía que el recambio no tenía talento y que fracasaría. Se manejó a la "vieja guardia" como lo único destacado que quedaba de Holanda, comandados por Sneijder, junto a Arjen Robben y Robin Van Persie.
Hoy tras los fracasos en las eliminatorias de la Eurocopa y el Mundial el discurso ha cambiado repentinamente. La culpa está ahora en que nunca hubo un recambio. Ese del cual se burlaron en Brasil 2014 y al que dijeron le faltaba madurar. Así la ironía e ignorancia del periodismo crítico.
Ahora bien, si queremos ver el fracaso de estos cuatro años, tenemos que comparar varios planos. Tras la salida de Van Gaal, pasaron varios nombres. Tanto Guus Hiddink como Dick Advocaat no representan a la famosa escuela holandesa de Amsterdam (Ajax), pero siempre han adoptado la misma filosofía (que no está mal), pero al igual que Danny Blind, con la escuadra nacional todos fracasaron al casarse de manera terca con una sola forma de plantarse en el campo con una sola estrategia.
Sin el afán de criticar al famoso (4-3-3), quedó claro tras cuatro años que van Gaal siempre tuvo la razón. Esta generación aún no estaba lista para jugar con línea de cuatro defensas. Si a eso se le suma un solo mediocampista de recuperación, el resultado es obvio. Al conjunto tulipán le aprendieron a jugar a los espacios. Le supieron quitar el medio campo, que durante al menos siete años posicionó con más de un jugador por partido y lo peor es que nunca se reconoció ese error.
A esto le sumamos una clara y obstinada idea de jugar con futbolistas sin gran nivel en partidos importantes. El ejemplo más claro quedó reflejado el 25 de marzo del presente año ante Bulgaria cuando se debutó a un joven de 17 años (con tan sólo dos partidos a nivel de clubes) y tuvo que salir remplazado tras haber regalado dos goles claros al rival.
Si se quiere culpar a alguien en este proceso eliminatorio de Rusia, claramente tiene que ser Danny Blind el indicado, quien además de haber mostrado en continuas ocasiones su fidelidad por el Ajax, nunca fue capaz de cambiar su estrategia y su estilo de juego, ignorando en muchas convocatorias a jugadores de equipos como PSV y Feyenoord que en esos momentos dominaban la liga local.
Para el último tramo de las eliminatorias es complicado juzgar la labor de Dick Advoccat. Es cierto que fue insultante su postura ante Francia y nunca se atrevió a "morirse en la raya" en los últimos dos juegos ante Bielorrusia y Suecia, pero a pesar de que siguió apostando por un "clásico holandés" con el (4-3-3), parece haber encontrado un once ideal para trabajar a futuro con una generación que aún tiene mucho que dar.
Es cierto que hoy fracasó Holanda. Demasiadas personas lo han disfrutado, pero ignoran una realidad completamente diferente. Este fracaso fue mucho más allá de un simple "cambio generacional fallido". En dado caso eso se habría sucedido desde 2014. Este lamentable lapso tulipán, se debió principalmente a un mal entendimiento y desarrollo de futbol con una generación que no pudo consolidar un estilo y fue dominado por sus rivales quienes canalizaron cada error holandés sin que se aprendiera de ello.
Actualmente jugadores como Stefan de Vrij, Virgil van Dijk, Martins Indi, Wesley Sneijder y Daley Blind principalmente, deberán ser los líderes que ayuden a jugadores aún por consolidarse como Quincy Promes, Georginio Wijnaldum, Memphis Depay, Tonny Vilhena, Vincent Janssen y Davy Pröpper, para por fin trazar un proyecto que tiene talento y futuro por delante con un pasado que ya no se puede empeorar más.
A estos le podemos sumar juveniles muy talentosos como Kenny Tete, Nathan Aké, Jürgen Locadia o Karim Rekik, que sumados a otros que definitivamente merecen ya una oportunidad como Marco van Ginkel, Steven Bergwijn, Bart Ramselaar, Jens Toornstra, Steven Berghuis y quizás Justin Kluivert, para potenciar tanto medio campo, como ofensiva.
Antes que nada en Holanda deberán entender que esto no fue un error por no hacer un recambio adecuado en sus líneas. El fracaso ha sido por no evolucionar en el modo de ver el futbol que hoy se practica. Casarse con una idea táctica es suicida y obsoleto. Quizás apostar por técnicos jóvenes también sea la solución. Gio van Brockhorst o Phillip Cocu deberían ser las primeras opciones a considerar.
Un futbol que pasa por una seria crisis de resultados, de futbol y de identidad. Un equipo que en su intento terco por respetar su estilo con una sola forma de plasmarlo en el campo, hoy ha quedado relegada de toda competición internacional de relevancia, pero que si analiza su pasado "exitoso", sabrá que el futbol como lo han practicado por años, no depende de un parado táctico, o una generación dorada, sino de un buen desarrollo en el campo, línea por línea.
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